Hace tres años que conocí al periodista de Nueva Jersey, uno de los padres del Nuevo Periodismo. En aquella época me aficioné completamente a este género. Todo empezó para mi en un taller impartido por el periodista colombiano Alberto Salcedo Ramos, uno de los grandes estandartes de la Crónica Latinoamericana.
Conocí el arte de contar historias, de hacer crónicas reales como si fueran novelas, la perfecta conjunción del periodismo y de la literatura. También aprendí, de mi amiga Concha Monserrat, que «no todos los periodistas son buenos escritores, ni todos los escritores son buenos periodistas». Sin embargo, Gay Talese es un excepción a esta regla.